Caleta de Famara: un paraíso histórico

Caleta de Famara, suena raro, puede que tu imaginación te llevé a situarlo en el Caribe o en cualquier zona recóndita.

Nada más lejos de la realidad, Caleta de Famara está más cerca de lo que piensas.

Muy cerca… en Las Islas Canarias, concretamente al norte de Lanzarote. Allí se encuentra un paraíso de siempre, un lugar poco convencional al que no te podrás resistir.

Las Islas Canarias no son llamadas !Las islas Afortunadas! por un mero eslogan turístico, son afortunadas por poseer lugares tan maravillosos como Famara y su Caleta de Famara.

Caleta de Famara es un pequeño pueblo (apenas 1100 habitantes) situado a los pies de la Playa Famara, dentro del Parque Natural Chinijo y junto al fantástico Risco de Famara.

El horizonte es infinito y azul, la naturaleza una ideal compañera de viaje y la tranquilidad el tempo del paso del tiempo.

Calles de arena, casas blancas, ambiente tranquilo y surfero, alejado del clásico perfil de otros puntos turísticos de Lanzarote, más explotados.

Un paraiso de siempre como pocos existen, a la altura de los mejores enclaves naturales del mundo.

¿Quieres saber más sobre Caleta de Famara? Estás en el lugar ideal, sigue leyendo y conoce un poco más sobre este escondite natural

Caleta de Famara el pueblo al que todos quieren ir… su historia y su vida ha marcado la cultura y diseño del lugar.

No te vamos a contar un «rollo» histórico, preferimos algo más ameno, enumerando una serie de datos curiosos e interesantes que pueden acercarte más a Caleta ¡Vamos allá!

• Famara, junto a Zonzamas y Corral Hermoso se contabilizan como los primeros asentamientos aborígenes de la zona. Hablamos de que Famara es cuna del origen del noroeste de Lanzarote.
• La aparición, en 1402, de pozos y manantiales de agua (un hecho vital en épocas de sequía) hizo que un grupo d efranciscanos, de la mano del noble militar Juan Bethencourt, se establecieran en el poblado de Famara.
• Se registra en1669, La Famara junto La Poceta como lugares donde existían edificios e incluso una ermita (Ermita de las Mercedes).
• En 1783 la playa de la Caleta es uno de los lugares reconocidos donde se captura más pescado, siendo uno de los factores económicos de la zona.

• Año 1850, se cuentan los siguientes habitantes: La Poceta diez habitantes, Famara seis y la Caleta estaba deshabitada.
• La primera construcción de La Caleta fue un almacén de pescado, hecho de piedra y barro por Gregorio Tavío.
• Gregorio Tavío fue el primer vecino de Caleta de Famara.
• Otra curiosidad, en 1898 se les comunica a los vecinos de la Caleta obervar a extranjeros por si tomaban apuntes sobre la playa y la zona, haciéndolo saber al alcalde.
• Para el año 1909, Caleta Famara contaba con tres edificios, veinticuatro almacenes y veinticinco habitantes. Se comenzaban a celebrar las fiestas del pueblo.
• Comienzan a diseñarse el camino, junto la orilla del mar, entre Famara y Guinate. Año 1925.
• Cesar Manrique, afamado escultor, pintor, paso parte de su infancia en Caleta. Fue precursor entre la armonía entre naturaleza y arte, dejando buena muestra de ello en el lugar.
• Los baños en Caleta se destacan como una actividad tradicional de la zona.
• En 1932, en vista de las edificaciones poco uniformes y armoniosas de la zona, se encarga un plano de la zona urbanizable para servir de modelo, siendo la base para respetar el contorno y espacio de Caleta de Famara.
• Año 1936, se construye la escuela y casa del maestro de la Caleta. Presupuesto de 40.660 pesetas.
• Hacia los años 80, la zona cuenta con la construcción de 162 viviendas en Famara mientras la Caleta contaba con 266 viviendas.

Como se puede observar, Caleta es un pueblo que se ha hecho así mismo, respetando el entorno natural y mejorando la habitabilidad en todas su áreas.

Hoy en día, Caleta de Famara no ha perdido la esencia de su salvaje naturaleza.

Una cuidada disposición de casas blancas, a pie de la Playa Famara. Alojamientos y bungalows que saludan al mar y al horizonte.

Los visitantes recorren sus plácidas calles, pasean por una playa infinita y disfrutan de una naturaleza prácticamente virgen.

El tiempo pasa lento y tranquilo, el sentido de comunidad y respeto por la zona es primordial y necesario para el cuidado de la zona.

Grupos de surferos haciendo piruetas en el mar, familias disfrutando de la suave arena de la playa, turistas que disfrutan de las vistas desde El Risco de Famara…

No podemos olvidar, también, el disfrute de la gastronomía canaria de temporada (especialmente pescados), en sus restaurantes situados en la mejor zona del lugar, para que puedas degustar sus platos y deleitarte con las mejores vistas del Mar Atlántico.

No hay duda, que estamos hablando de un lugar singular, diferente y con mucho encanto. Caleta Famara es ideal para todo tipo de viajeros y visitantes: deportistas, familias, gente joven y personas más mayores que busque relajarse y largos paseos con el sonido del mar de fondo.

Los alojamientos y bungalows en Famara son la alternativa perfecta para vivir esta experiencia y  mimetizarse con la naturaleza y el encanto de una tierra de ensueño.